Hierático Dylan
La verdad es que Dylan ha tenido una relación poco afortunada con el cine, ya que por muy ciegos seguidores que seamos, tenemos que reconocer que sus películas suelen ser insufribles. El señor Zimmerman es probablemente el mejor cantautor y compositor folk–rock de todos los tiempos , pero es uno de los peores actores que haya plasmado nunca el celuloide. Su perenne gesto petrificado tiene la extraña virtud de acallar al más histriónico reparto que le acompañe. Véase sino su desolador papel en Pat Garret - Billy The Kid (1973), el crepuscular western de Sam Peckinpah, capaz de hundir en la tristeza al más entusiasmado espectador de películas del Oeste, aunque no olvidemos su canción, Llamando a las puertas del cielo . Pero aquellos que somos ya dylanianos incurables, nos hemos tragado hasta su empeño en intentar dirigir Renaldo y Clara (1978), un inenarrable film de más cuatro horas que rodó en su famosa gira del año 1975, muy difícil de encontrar, pero que algunos tuvimos la paciencia ...