El padre de Martin Luther King Jr. quedó tan entusiasmado después de su viaje a Berlín que decidió llamar a su hijo en homenaje al reformador alemán
Desde la perspectiva de la posguerra, nos parece que está muy claro lo que hicieron los nazis. Hemos oído tanto del Holocausto, que nos deja ya indiferentes. No podemos separar incluso la identidad judía del estado de Israel. Nadie duda ya quiénes son los malos. Ante nuestros ojos, todo es blanco y negro. Y nos parece que los que no supieron verlo eran, o bien estúpidos o fascistas. A nosotros nadie nos habría engañado. Este libro te demuestra todo lo contrario. La autora recurre a testimonios de todo tipo de viajeros. Su propia madre estuvo allí como estudiante en 1938, ya que Julia Boyd nació en el 48. Por allí pasa tanto el pintor Francis Bacon como el rey de Bulgaria; dramaturgos como Samuel Beckett o aviadores como Charles Lindbergh; filósofos como Albert Camus, la escritora Karen Blixen y el novelista George Simenon, que se encontró a Hitler en un ascensor. Uno de los pocos que cambia de opinión tras visitar Alemania es el autor norteamericano Thomas Wolfe, que ve arrestar a un j...